Origen, fundamentos y perspectivas


El origen de la negociación ecológica se basa en la observación de que la evolución que está experimentando la sociedad implica la superación de ciertos logros.

La ley tradicional implica que el estado es el guardián del interés general, pero hoy en día el estado ya no tiene los medios para llevar a cabo esta misión. Por lo tanto, las reglas del mercado y los actores privados apoyan este enfoque, pero las reglas del mercado no están destinadas a preservar la naturaleza y los pueblos indígenas. El mercado no conserva el interés general. Por lo tanto, son los actores del territorio, los pueblos mismos quienes deben actuar para proteger su ambiente, pero la ley no les da acceso a esta responsabilidad pública. En los procedimientos actuales, el peso de hablar en público es solo de asesoría e interviene demasiado tarde en los procedimientos.

Paralelamente a estos bloqueos inherentes a la estructura piramidal de autoridad a la que solíamos responder, aparecen lógicas dinámicas de integración de todos los actores. Obviamente, no sin dificultad, porque las instituciones establecidas, administrativas, todavía operan bajo patrones tradicionales pesados ​​y cerrados. Pero poco a poco, aparecen actividades innovadoras.

La ley se está adaptando gradualmente a estos patrones emergentes. La Circular de Economía Circular de 2015 lo atestigua. Se debe adoptar una nueva forma de pensar y una nueva forma de gestionar los territorios, pero también debe permitir desbloquear estas situaciones de confrontación entre las sólidas lógicas institucionales y esta nueva lógica de fluidez de las relaciones entre los humanos y en sus relaciones con los naturaleza.

Los propios actores deben tener éxito en afirmar su lugar. Algunos deben obtener su independencia, como consultores o consultores naturalistas, otros deben lograr que sus voces sean escuchadas como asociaciones.

Además, la conciencia de que el ser humano es solo un elemento de la totalidad también es necesaria para el éxito de un proyecto de transición de este tipo, porque las oposiciones culturales sobre la aprehensión que cada uno tiene de la naturaleza son fuertes. Occidente se ha desarrollado dominando la naturaleza y convirtiéndola en un instrumento de su desarrollo mediante una explotación permanente de los recursos, mientras que en la mayoría de otras culturas, la naturaleza no es una cosa y nunca puede ser considerada. como tal, tanto respeto por la Pacha Mama está entintado en estas culturas. Las fuertes oposiciones culturales y legales también significan que los humanos pueden destruir la naturaleza por un lado y nunca se permitirán hacerlo sin ser conscientes de lo que están haciendo entre ellos. Lado … La jurisprudencia internacional nos lo recuerda a las poblaciones occidentales. La Constitución de Ecuador considera a Pacha Mama como una persona a la que respeta, el Tribunal de Nueva Zelanda consideró que el río tenía un Alma y que debería respetarse por eso. Una decisión de la Corte Suprema de Bogotá del 5 de abril de 2018 otorga personalidad jurídica a la Amazonía colombiana y también reconoce los nuevos principios de la justicia climática y la responsabilidad transgeneracional de los actores del territorio. Está claro que hoy en día, el ser humano no puede continuar sobre las mismas bases legales y culturales que no permiten respetar el principio de razón y genealogía.

La razón de ser de la negociación ecológica es hacer que esta transición sea más fluida al tener una amplia conciencia de los obstáculos y bloqueos que están presentes en todas las etapas y en todas las escalas del proceso de transición que debe tener lugar.

El humano debe darse cuenta de que su forma de vida actual ha encontrado sus límites: los límites del planeta. El planeta tiene recursos naturales y humanos limitados. Cada territorio tiene fortalezas y limitaciones. Hoy debemos anticipar las dificultades del mañana mediante la implementación de todos los medios disponibles para permitir que las generaciones futuras garanticen una vida sostenible y pacífica.

Para alcanzar esta paz, la transición debe implementarse en esta perspectiva de equilibrio entre las relaciones humano-humano / humano-naturaleza. Son las necesidades reales las que deben ser reveladas y ya no son los intereses del mercado o de ciertos actores.

El mercado es un medio y no un actor. De la misma manera, el dinero es un medio. Debe circular, alimentar el proyecto, ayudar a la transición, debe servir a la transición sin ser acumulado y fructificado por algunos actores. Cada centavo cuenta y puede ayudar con la transición. Para esto, la financiación del clima y la innovación financiera también son claves que deben ser llamadas para apoyar esta transición. Evita las dificultades actuales para construir fortalezas.

Muchas acciones ya están siendo implementadas alrededor del mundo. Esta dinámica tiene sentido y esperanza porque todos tenemos nuestro papel que desempeñar en esta transición. Todos tenemos nuestro lugar para tomar. No habrá decepciones, siempre que escuchemos las necesidades reales de los territorios y recursos que tienen.

Con el fin de satisfacer mejor las necesidades de esta transición, la misión del Grupo de trabajo de negociación ecológica es definir y respetar todo un conjunto de valores universales que se definirán de forma multidisciplinaria e internacional, & nbsp; y garantizará su aplicación coherente en todo el mundo para que el equilibrio de las relaciones entre los seres humanos y la naturaleza se integre desde el nivel local al global.